En el mundo de las inversiones en startups, la búsqueda de "unicornios" (empresas privadas valoradas en más de $1.000 millones) se ha convertido en una obsesión para muchos inversionistas. Sin embargo, una alta valoración no siempre significa éxito o rentabilidad. Este artículo examina por qué enfocarse exclusivamente en startups con valoraciones elevadas puede ser una estrategia riesgosa y cómo los inversionistas pueden tomar decisiones más informadas a largo plazo.
En el boom de 2020-2021, un alto porcentaje de startups alcanzaron valoraciones astronómicas. Sin embargo, muchas de ellas no lograron sostener su crecimiento y hoy luchan por sobrevivir. Esto pone en perspectiva la fragilidad del estatus de "unicornio".
En el mundo del venture capital, el término "unicornio" se ha convertido en sinónimo de éxito. Pero, ¿realmente lo es? Perseguir unicornios sin una evaluación crítica de la startup y su modelo de negocio puede llevar a inversiones que, lejos de generar retornos, terminan en una pérdida financiera.
Muchos inversionistas creen que una alta valoración equivale a rentabilidad y éxito asegurado. Este pensamiento ignora la dinámica real del mercado.
En realidad, las valoraciones dependen muchos factores, pero uno de los principales es el costo de capital al momento de buscar financiamiento. Durante los años de tasas bajas, el exceso de liquidez infló artificialmente los precios de las startups. Pero cuando el capital se encarece, muchas de estas empresas quedan expuestas.
Ejemplo: En 2021, startups en América Latina cerraron rondas millonarias con valoraciones elevadas. En 2023, muchas enfrentaron dificultades para levantar capital adicional o alcanzar hitos de crecimiento, forzándolas a levantar capital a valoraciones menores. Según Venture Research, 15% de las rondas de financiamiento en 2023 se ejecutaron con valoraciones menores a las de la ronda previa, el número más alto desde el 2017. Esto demuestra cómo un entorno macroeconómico favorable puede distorsionar la valoración de una empresa.
A diferencia de Silicon Valley, en América Latina el acceso al capital es más limitado y costoso. En lugar de buscar "unicornios", los inversionistas deben enfocarse en empresas con modelos de negocio sostenibles y crecimiento saludable que les permite sobrevivir cuando el capital es escaso y escalar rápidamente cuando las circunstancias lo ameritan–o lo que Alexander Lazarrow llama “camellos”.
Ejemplo: AltScore, una startup del portafolio de BuenTrip que provee la infraestructura necesaria para facilitar el crédito entre empresas (B2B), ha demostrado que es posible escalar operaciones a varios países de la región, incluyendo EE.UU., de forma acelerada, pero con un modelo económico eficiente. Luego de recaudar menos de $3 millones en etapas pre-semilla y semilla, en 2024 levantaron $8 millones en su Serie A, liderada por unos de los principales fondos estadounidenses especializados en FinTech. Con ese capital buscan crecer 6x en los mercados donde operan.
Si estás evaluando una startup, hazte estas preguntas clave:
Muchas veces, los unicornios sí son una fantasía. Es mejor enfocarse en invertir en empresas que generen valor real de forma sostenible, que puedan sobrevivir en épocas de capital limitado y que puedan ingerir mucho capital en momentos estratégicos para crecer rápidamente. En Latinoamérica, la clave está en identificar equipos resilientes que sepan gestionar sus recursos, más no una valoración inflada o cualquier otro trend del momento.