Invertir en startups en sus primeras etapas puede ser una experiencia emocionante pero también aterradora. Muchos inversionistas primerizos cometen errores que se pueden anticipar pero que de lo contrario te pueden costar caro. A continuación, exploramos algunos de los errores más comunes y cómo evitarlos.
Uno de los errores más comunes de los inversionistas primerizos es invertir directamente en un puñado de startups sin contar con el tiempo ni los recursos para evaluar adecuadamente cada oportunidad.
Dado que los retornos en venture capital siguen la regla del Power Law (donde unas pocas startups generan la mayoría de los retornos), es fácil que un ángel primerizo pierda su capital al no diversificar. Una alternativa más inteligente es invertir en un fondo de venture capital. Esto permite:
El miedo a perderse una gran oportunidad (FOMO, Fear of Missing Out) puede llevar a decisiones impulsivas. En el mundo de las startups, donde las narrativas y storytelling son potentes, es fundamental mantener un enfoque disciplinado.
Existen muchos casos conocidos de empresas que levantaron dinero generando FOMO, como Theranos o WeWork. En ambos casos, los inversionistas se dejaron llevar por sus emociones y narrativas que prometen cambiar al mundo pero en realidad eran una estafa en el peor de los casos, o empresas tradicionales sin un modelo realmente innovador en el mejor de los casos.
En lugar de dejarse llevar por el entusiasmo del momento, un inversionista ángel debe evaluar con rigor los equipos, la tracción y el mercado de la startup antes de comprometer su capital.
El modelo de Silicon Valley se basa en invertir en startups disruptivas que buscan desbancar a grandes corporaciones. Sin embargo, en Latinoamérica muchas veces ni siquiera existen esas corporaciones consolidadas para disrumpir. En su lugar, las startups exitosas suelen enfocarse en construir infraestructura digital y abrir nuevos mercados.
Ejemplos como Mercately, quienes están revolucionando el mundo del eCommerce en todo LATAM, o Picker, que está consolidando el mercado de logística al agregar servicios de entrega bajo demanda. Estas startups demuestran que en la región las oportunidades están en crear soluciones esenciales antes que en desafiar a grandes jugadores.
Este consejo puede sonar radical, pero es clave para entender la naturaleza del venture capital. Las inversiones en startups son ilíquidas y pueden tardar de 8 a 10 años en generar retornos. Si un inversionista evalúa constantemente su portafolio con expectativas de corto plazo, es probable que venture no sea para él.
Un buen enfoque es asumir mentalmente que el dinero invertido está perdido. Esto ayuda a evitar decisiones emocionales y a enfocarse en apoyar a las startups para maximizar su potencial de éxito.
Ser un inversionista ángel en etapa temprana es más que solo aportar capital; implica apostar por la construcción de un ecosistema sólido en Latinoamérica. Para hacerlo con éxito, es clave:
En BuenTrip Ventures, creemos en el potencial de los emprendedores latinoamericanos y en la importancia de construir comunidad para transformar la economía de la región. Si estás interesado en ser parte de este cambio, te invitamos a ser parte de nuestra comunidad.